Que profesión la nuestra, estar presentes en uno de los días más importantes de vuestra vida… Cuando encima nos encontramos una pareja que confía ciegamente en nosotros, en nuestros consejos y se deja asesorar nos facilita muchísimo nuestro trabajo.
Hace poco hablando con una novia, antes de que contratase el reportaje de su boda con nosotros, le comentaba que yo no quería convencerles o comerles el tarro para que firmasen el contrato y se casasen con nosotros, quería que realmente quisieran hacerlo sin dudarlo y si tenían dudas de que fuésemos sus fotógrafos lo pensaran y no lo hiciesen. Al fin y al cabo, mi consejo con respecto a la organización de todo vuestro evento es el mismo, fiaros de vuestro instinto, del feeling y profesionalidad que os den las diferentes personas, y sobre todo, no sigáis adelante si no lo veis bien, porque lo que empieza mal o con inseguridades te va a general más con el paso del tiempo. Personalmente prefiero perder una boda antes de no conseguir que salgáis realmente entusiasmados con nuestro trabajo y con el super reportaje que os vamos a realizar.
Luego están las parejas de novios que vienen al estudio y te dicen directamente “os queremos para nuestra boda”. Esos son los que nos molan je je… Hablando en serio, el veros decirlo con esa seguridad es una gozada. El día de vuestra boda podéis estar nerviosos o pelín tensos por los nervios y emociones del propio día, pero no por vuestros fotógrafos.
Ya centrándonos en nuestra pareja. Carlos y Ana lo hicieron muy bien, formamos un gran equipo comunicándonos perfectamente peluqueros, estilistas y maquilladores para lograr un timeline del día perfecto.
La peluquería y maquillaje de la novia la realizaron nuestras compañeras de Durango de Bare-Bare. Ahi estuvimos con Ana y sus amigas, entre rulos, risas, y alguna que otra copita de champán.
Después fuimos a casa de ambos para ver como se terminaban de preparar con la ayuda de sus amatxus.
La ceremonia fue en la Iglesia de Garai para después de un pequeño reportaje de fotos ir al Restaurante Aboiz, una finca donde los novios celebraron por todo lo alto con sus invitados.
En resumen, una boda repleta de momentos chulísimos, unos novios encantadores, como siempre… Y de recuerdo, un precioso reportaje que se llevan los novios para su casa. El momento de enseñaros el reportaje de fotos es uno de los momentos más especiales de mi trabajo. Es una gozada ver vuestras caras de felicidad al ver las fotos que hemos seleccionado para vuestro álbum.
Aquí os dejamos con un pequeñísimo resumen de las fotos de A&C… Esperamos que os gusten 
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